Pasar un verano emocionante y a la vez relajante es posible cuando buscamos momentos de compartir y recreación. Para muchos las piscinas son el elemento integrador para disfrutar un día en familia o con amigos, por ello quienes no poseen vastas extensiones de terreno buscan tener una de plástico y así no perder la oportunidad de una jornada diferente.
Tener una piscina de plástico nos ahorra dinero y tiempo, son fáciles de armar y establecer. Aunque pueden ser grandes, se acoplan a los espacios que tengamos y suelen convertirse en el punto diferente para el disfrute de pequeños y grandes. Cuando el estanque requiere de aseo, sea porque el agua que le compone ha cambiado su color o porque aparecen elementos como moho o pequeñas algas, significa que es tiempo de hacer mantenimiento.
A diferencia de las piscinas convencionales, las de plástico no tienen filtros y es cuesta arriba disponer de equipos o robots para limpiezas automáticas. Por esta razón es oportuno conocer algunos elementos para saber cómo se limpia una piscina de plástico.
La solución más común es el vaciado del agua, prescindiendo de ella. Lo que nos concede una losa o fondo despejado, al igual que las paredes que la delimitan. Lo siguiente es proceder junto a jabón, cepillo y esponjas a recorrer toda la extensión procurando despejar todo el sucio, haciendo especial énfasis en las esquinas o los bordes de fondo, de esta forma podemos hacer una tradicional y sencilla limpieza de nuestra piscina de plástico.
¿Cómo se limpia una piscina de plástico?
Al pasar mucho tiempo podemos entrever que, cuando aparecen cambios en la coloración del agua y del pH, es necesario recurrir a otros tipos de limpieza. Quizás la forma convencional nos lleve mucho tiempo y esfuerzo, determinando quizás que la mejor forma es una que no recurra al vaciado. Por ende debemos atender al color e incluso a la composición del agua, en algunos casos es evidente ya que se torna en oscura y densa, lo que es indicativo de un necesario tratamiento.
Existen muchos medios caseros, algunos hacen alusión al uso del bicarbonato en medidas de entre 5 a 7 kg para nivelar el pH. Otros métodos requieren de equipos de depuración del agua por medio de succión y devolución del agua, en la cual se busca aplicar la ionización para eliminar bacterias y suciedad. El sulfato de Aluminio también puede ser aplicado en porciones de entre 220-250 ml por cada 36 litros, este actúa recogiendo las bacterias y las aloja al fondo donde pueden ser aspiradas.
El cloro es otro gran componente para la limpieza de una piscina de plástico, el cual actúa eficazmente sobre bacterias y ayuda al pH. En casos se recurre a la lejía la cual es aplicada una vez vaciado el agua, otras circunstancias hacen que adquiramos cloros especiales de triple efecto o más, los cuales hacen las veces de purificar, eliminar algas y facilitar la disminución de bacterias.
La limpieza de una piscina de plástico con productos químicos puede ayudar en términos de tiempo y esfuerzo, sin embargo su aplicación debe ser observada con atención, los excesos pueden provocar alteración en el agua y derivar en afecciones a la piel de quienes la usan.
Todo esto nos ayuda a considerar que existen métodos que requieren el vaciado, otros pueden ser aplicados cuando el estanque mantiene agua contenida. Con todo esto podemos recurrir al medio que mejor se adapte a nuestro deseo y condición. Lo que es necesario será mantener siempre nuestra piscina de plástico en buen estado para un disfrute a tope.