Limpiar una piscina no siempre es una labor sencilla, incluso para quienes disfrutan mantenerla en buen estado, disponerse para mejorar su condición es una cuestión que exige de mucho esfuerzo y tiempo. Lo realmente motivador es saber que la tecnología y sus avances han traído consigo ciertos elementos que pueden permitir que las grandes labores puedan hacerse de forma más eficaz y rápida.
Para la mejor condición de una piscina nada mejor que un robot de limpieza. Este moderno equipo es un dispositivo efectivo y portable que permite realizar una faena de higiene y mantenimiento en menos tiempo del habitual.
Hoy en día los robot de piscina se clasifican de diferentes formas, estas van desde líneas de rendimiento básico, de estilo clásico o última generación. Las mejores opciones para limpiezas profundas y efectivas son las más avanzadas y recientes, ya que adecuan mejor capacidad de motores amplios y más potentes.
Básicamente el robot de piscina consiste en un equipo no extenso pero potente, que se encarga de aspirar y limpiar el fondo del estanque, algunos funcionan con sistema de drenado e incluyen extensas líneas de mangueras que permiten filtrar el agua, expulsar el sucio o los residuos y devolver el líquido mejorado.
La capacidad de estos equipos permite recorrer toda la extensión del fondo, adecuarse sin problemas a las variaciones del suelo, utilizar uno o varios motores para permitirle al robot de piscina girar en los ángulos necesarios y cubrir toda la extensión.
Las unidades estándares llegan a tener un peso entre 7 y 14 kg. Los robots de piscina de última generación traen consigo sistemas inteligentes de rendimiento y labor, algunos modelos permiten la programación de limpieza y los ciclos temporales que permiten dejar el dispositivo e iniciar nuevas faenas de forma automática.
¿Cómo funciona un robot de piscina?
Una vez que se incorpora un robot de piscina al mantenimiento de esta, el equipo se sumerge y se cuida su colocación final de forma que quede al contacto con el suelo, el sistema de aspirado y limpieza pasa por el cable de hasta 3 metros de longitud y procesa tanto el agua y expulsa los residuos, el cepillado del dispositivo funciona a cierta potencia y despeja del suelo todo elemento indeseado.
Cada equipo o modelo trae consigo sus innovaciones, por tanto pueden acoplarse al equipo básico ciertas mejoras. Entre las mejores opciones de equipamiento yacen los distintos tipos de cepillos, que van desde los clásicos hasta los de PVC o los de inclinaciones verticales para las paredes. Otro elemento que bien puede incorporarse es el cable de conducción, éste tiene la extensión básica antes mencionada, pero puede añadirse otras medidas que varían considerando la profundidad.
Todos los residuos que un robot de piscina asimila quedan almacenados en los distintos filtros, estos permiten que el agua pueda purificarse y regresa a su estado normal contenida. Ciertos equipos proporcionan un sistema de medición en dichos filtros, lo que permite poder cambiarlos cuando su capacidad se ve casi agotada, concediendo mayor efectividad a la faena.
La capacidad motora del robot de piscina centra su capacidad en una bomba externa que, alimentada por un flujo eléctrico trabaja en el bombeo constante de funcionamiento y conducción de agua y residuo. Además de este importante elemento como toda unidad robótica tiene consigo un sistema computarizado que consiste en la unidad madre para procesar las labores y sensores de calibración y programación.
Una vez que hemos colocado en funcionamiento al robo de piscina, el sistema automático hace toda la labor restante, requiriendo solo de su observación para atender a las atenciones del equipo y sus sensores. En todo caso se trata de un proceso menos fatigoso, sencillo y rápido que permite obtener un estanque limpio en menos tiempo.